La risa: cuestión de género?

La ciencia ha podido demostrar que al reír se liberan hormonas y neurotransmisores que fortalecen la salud. Pero según investigaciones recientes las mujeres sonríen más que los hombres, excepto cuando ambos sexos comparten una misma dosis de estrés
¿Es cierto que las mujeres sonríen más que los hombres?
Según recientes investigaciones, esta hipótesis encierra una verdad parcial. Un grupo de científicos de la Universidad de Yale, Estados Unidos, halló que cuando ellas y ellos ocupan empleos o roles sociales semejantes, tanto unas como otros sonríen con la misma frecuencia.
"La explicación lógica es que cuando la gente sabe que su conducta es observada, tiende a cumplir con las normas sociales consideradas apropiadas para su género", afirma la doctora Marianne LaFrance, profesora de Psicología de la universidad que, junto a otros colegas, analizó los resultados de 186 investigaciones sobre el tema. Hombres y mujeres sonríen con similar frecuencia cuando ocupan la misma posición en términos de poder, empleo o rol social.
En este caso, LaFrance deduce que las diferencias sexuales resultan superadas por las normas que rigen la sonrisa según el rol desempeñado, y no por el sexo al que se pertenece. Sin embargo, cuando hay tensión en el aire, las mujeres suelen tratar de disiparla con una sonrisa mucho más que los hombres.
"Las mujeres se inclinan a lo que llamamos trabajo emocional, y uno de los mejores recursos para cumplir esa tarea es sonreír para aliviar la tensión."
Es sabido que reírse no sólo produce satisfacción y bienestar. La risa activa mecanismos biológicos que utiliza el cuerpo para contrarrestar el dolor, la angustia y el nerviosismo cotidianos.
Las grandes diferencias en el grado en que los hombres sonríen menos que las mujeres residen en varios factores: la cultura, la edad, e incluso la pertenencia étnica de la persona.
Cada cultura determina conductas apropiadas para cada sexo. En Estados Unidos y Canadá, las diferencias son mayores que en países como Inglaterra o Australia. Dentro del grupo caucásico esas diferencias son marcadas, y desaparecen en los afroamericanos. En cuanto a la edad, la mayor diferencia se da entre los adolescentes.
"No sabemos por qué la diferencia es tan marcada en el caso de los adultos jóvenes", dice LaFrance. Una posibilidad es que esto se deba a que es la edad en la que los sexos son supuestamente más diferentes entre sí, por cuestiones tanto sexuales como sociales.
De todos modos, los efectos positivos de la risa exceden las cuestiones de género.
Estudios previos comprobaron que el buen humor y la risa pueden disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en todos los rincones del planeta.
Según expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, los más optimistas pueden reducir en más de la mitad las posibilidades de sufrir un ataque, respecto de los más pesimistas. Los investigadores sugieren que los efectos protectores de la risa se deben, en parte, a que ésta disminuye parámetros relacionados con el estrés, un factor de riesgo de males cardíacos. Además, las personas más predispuestas a la risa y el optimismo son propensas a realizar más actividad física y a evitar adicciones, como la del tabaco.
En Harvard, algunos han acuñado una frase: A smile a day keeps heart disease away (Una sonrisa al día mantiene lejos los males del corazón).
Traducción: Mirta Rosenberg
Fuente: The American Association for the Advancement of Science

Hormonas


  • Al reír se ejercita la zona del vientre y el diafragma, un movimiento abdominal que favorece que la respiración sea más profunda y efectiva.


  • Se liberan unas hormonas llamadas endorfinas, que contribuyen a que aumente el nivel de linfocitos en la sangre, favoreciendo que nuestro organismo se haga más resistente a las enfermedades.


  • Veinte segundos de risa equivalen a unos tres minutos de ejercicio constante.


  • Se ha podido comprobar que al reír se ejercitan más de 400 músculos.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=608895

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